Juego estructurado
Se caracteriza por sus reglas, normas, instrucciones y
excepciones preestablecidas con claridad. Puede variar desde:
Juegos de mesa
diseñados o no, con fines terapéuticos.
Los primeros tienen un conjunto claro de reglas, con el objeto de trabajar, explorar
o abordar con mayor facilidad áreas, pensamientos, conceptos, emociones,
sentimientos, conductas y habilidades sobre temas específicos (habilidades
sociales, auto-control, empatía, estrategias para afrontar divorcios de los
padres, autoestima…). Los segundos, no diseñados con fines terapéuticos, son
juegos populares, como el ajedrez, parchís, muy útiles para iniciar actividades
con niños poco verbales, poco motivados, o para modelar comportamientos,
trabajar memorización, etc.
Juegos de campo.
Son juegos que implican una conducta motora más gruesa, pero
tienen reglas muy claras y definidas, como, por ejemplo, el fútbol y el
balonmano (trabajan estrategia, constancia…) las chapas (se trabajan las
habilidades motrices finas, estrategias cognitivas, etc).
Juegos de ordenador.
Muy útiles para trabajar habilidades motrices finas,
relaciones temporales y espaciales, habilidades cognitivas, etc.
Ejemplo de un juego estructurado:
Referencias:
Disponible en: http://www.espaciorubick.es/wp-content/uploads/2008/09/el-juego.pdf
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